En memoria... Doña Zoilita Espinoza “mamá Zoilita”



A Mamá Zoilita Espinoza

(Fallecida el 29 de agosto de 2017)

Doña Zoilita Espinoza, “mamá Zoilita”, como muchas y muchos le llamábamos, era mujer no solo del baile y alegría; era mujer sabia, mujer de sabiduría, mujer de conocimientos. El maestro hermano Juan García Salazar decía que de mamá Zoilita hay mucho que aprender y a ella tenemos que escuchar.

En una sociedad como la ecuatoriana, es más fácil reconocer una mujer negra por su lugar en y sus aportes al espectáculo, al baile y al folklor. Mientras la prensa ha dado elogias visuales y escritas a su sonriente bailar, quedan invisibilizados y silenciados su saber y su saber pensar. 

Así conocí y así recuerdo mamá Zoilita, por su pensar-saber de lo humano y lo divino, y por su liderazgo en el sembrar-pensar.

Tenía un conocimiento enorme sobre la curación y las plantas medicinales, sobre el sincretismo espiritual-religioso del Valle de Chota, sobre los saberes propios y las enseñanzas de las abuelas y los abuelos del andar y caminar, y de la fuerza vital.

Con las mujeres de tercera edad Manos Unidas, dio presencia y vida a la memoria colectiva ancestral, y dejó sembrada algunas semillas de estos conocimientos que la sociedad dominante aun niega a reconocer, a entender y a aceptar. Recuerdo su liderazgo como investigadora en un proyecto del Fondo Afro-Andino de la Universidad Andina sobre saberes de la religiosidad con mujeres del Valle y de Esmeraldas, como también su compartir en varias ocasiones, diálogos y talleres, sobre la historia, la memoria y el saber del Valle de Chota, de personas, personajes, prácticas y costumbres, de la tierra y el río, de las fuerzas de existencia-vida que ella misma mostró en sus incansables andanzas y su continuo enseñar.

Faltó tiempo. Faltó tiempo a escucharla, a aprender de ella, a preguntarla cosas, a agradecerla por su saber pensar, y su pensar-sembrar. Ahora nos queda la tarea de cuidar y cultivar las semillas que ella dejó sembradas, semillas provenientes no solo de la música, el baile y la alegría, sino también de sus saberes, de los saberes de sus antepasados, de las ancestras y los ancestros con quienes ahora está en pleno reencuentro.

Le extrañamos mamá Zoilita. Le pedimos desde su lugar de descanso y reencuentro, a darnos a todos, y especialmente a Jackita, Huguito y Mauricio, y sus otras hijas, nietas y nietos, la fuerza –la axé- para continuar, aprendiendo a vivir con ella de otra manera, escuchándola, sintiéndola y como siempre, recibiendo tu bendición. 
 
-Catherine Walsh, Texto leído en la misa afroecuatoriana celebrada un mes de su fallecimiento.

Foto tomada por Edizon León

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